TE ENCONTRÉ, MI DIOS.
Tengo pena Señor
por no encontrarte,
es que te quiero mi Dios,
y no se buscarte.
En las cosas que tengo
ya no creo tenerte.
Creí llenar el vacío, que es inmenso,
pero no nada sacié y de mal en peor fui cayendo.
Necio fui todo el tiempo,
porque en mi interior no pude verte;
y que a voz fuerte me estabas diciendo,
que en oración debía ponerme.
Paz en mi interior,
armonía de amor penetrante;
me di cuanta tras reflexión,
que de tu amor podía inundarme.
De Ti, en mí, lo que emana es amor,
amor tuyo, amor sin razón,
amor de entrega, amor de dolor;
y por Ti, el dar la vida, ya es decisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario