viernes, 1 de mayo de 2009

MI EMAÚS




MI EMAÚS.




Caminando sin sentido,

llorando con otro mi pesar.

Desierto era el recorrido,

polvo veía al caminar.




La pena nos embarga,

de no ver a Jesús resucitar.

Nuestra fe vio se perdida,

necios fuimos al no escuchar.




¿Que habláis?, ¡nos dijo Cristo!,

ni lo notamos al mirar;

corazón ciego aquel día

de no verlo al caminar.




Ignorando quien sería,

le invitamos a cenar;

tomo el pan y lo bendijo

y algo notamos especial.




Se abrieron nuestros ojos,

le reconocimos,

¡¡¡Era Cristo vivo

cuando nos partió el pan!!!.


No hay comentarios:

Publicar un comentario