ECCE HOMO.
Al contemplar al hombre
tan lleno de sentido
débil, fuerte, rico y pobre;
tan distinto y parecido.
¡Que misterio de por medio
que me tiene estremecido!
No hace falta ser un sabio,
ni de intelecto desmedido,
para ver allí en el hombre
a todo un Dios muy escondido.
Interesante, somos hijos de Dios, por eso somos dignos de El po...
ResponderEliminarBuena amigo, nos vemos